20 abr 2016

1 año después... Aquí estoy... OTRA VEZ

Han pasado 1 año desde la última vez que actualicé este blog. Pensé muchas veces en cerrarlo ya que lo tenía abandonado. Han ocurrido tantas cosas desde la última vez que ingresé acá; de igual forma leía cada uno de sus comentarios a pesar que no los respondía.

Eso mismo dije hace un año... Que iba de nuevo a escribir... Pero cuando siento las ganas, pasa algo y decaigo totalmente. Pero prometo que esta vez será diferente.

Amo escribir, puedo incluso decir que es una de mis pasiones, pero de la misma forma como amo hacer esto, dependo muchísimo de inspiración y motivación para hacerlo, cosa que no sucedía.

Pero ahora se preguntarán, ¿qué sucedió durante este año? Pues, puedo con facilidad responderlo en una palabra: Mudanza. 

Me preparé y me mentalicé para dejar mi país de nacimiento, el país donde me criaron, donde tenía mi familia y amistades, mis mascotas y millones de recuerdos que sigo manteniendo vivos; fueron 25 años que dejé en un país que estimaba profundamente a pesar de sus cosas.

Quién se encuentre enterado de la situación de Venezuela no le sorprenderá la cantidad de personas que se han ido, y los que faltan.

Yo tuve varias opciones a donde irme y decidí mudarme a Chile. ¿El por qué? Sinceramente me da flojera mencionarlo, pero a estas alturas ya no se trata de irse al mejor país del mundo; todos nos vamos por algo sencillo: No queremos morir bajo las manos de un delincuente.

No sólo se trata de la violencia diaria de Venezuela sino de la escasez de productos, la carencia de valores, sobrevivir con una moneda exageradamente devaluada, que tu tiempo y dedicación no te llevará a ninguna parte, y conformarte con la mentalidad que vivirás toda tu vida bajo el techo de tus padres. Las aspiraciones son vitales para la salud.

Se trataba de vivir con miedo; miedo a enfermarme y no conseguir las medicinas, miedo a salir a la calle y me robaran o me mataran, miedo de ir a un sitio a comprar algo y tener que calarte una fila interminable para comprar algo y se agote, miedo a que te secuestren, miedo a no comprar algo en el momento porque mañana estará el triple de caro, miedo a mi futuro, miedo a ejercer mi profesión y me suceda algo (soy comunicadora social); miedo constantemente. Y no sólo miedo por mi bienestar, sino quienes me rodeaban.

Es por esto por las que mis ganas de escribir eran bajas. Tantos temas que pude haber escrito y no lo hacía por falta de inspiración. 

Por último digo que irse de Venezuela no es escapar de los problemas, uno simplemente los reemplaza por otros, pero al final sabes que es una circunstancia temporaria, mientras que quedarse implicaba ser consciente que tu vida no será como la que deseas porque un gobierno que ha destruido todo un país no será levantado en pocos años.

Espero retomar este blog con la misma disciplina que le tuve durante años, y que dicho contenido sea del agrado de quienes me han leído desde mis inicios. 





1 comentario:

Back to Home Back to Top Inconformidad Social. Theme ligneous by pure-essence.net. Bloggerized by Chica Blogger.