Paul Gillman: Una vida llena de oligarquía e hipocresía

Paul Gillman es reconocido en Venezuela por sus festivales gratuitos alrededor de todo el país; invitando agrupaciones populares, por su horrible música, su historial como "músico", su doble discurso, y por supuesto, su actual posición política.

Yo opino que cualquier persona que se dedique al estrellato y que sea imagen publica influyente, mejor quedarse callado y no mostrar acuerdo con algún político, todos sabemos que la política divide mucho a la gente, a la masa, a la sociedad. Para prevenir, es mejor no colocarte en una situación que te perjudique, ¿por qué este hombrecito no puede hacerlo? Ni que fuera difícil.

A pesar que me parece su música un asco, no me produce orgullo decir que su música es metal venezolano y talento nacional (me gusta el metal y no saldré con hipocresías con que apoyo el talento nacional, no apoyo NADA que no me guste, indiferentemente de donde venga).

Paul es un supuesto metalero que mantiene una imagen determinada dependiendo de la cantidad de dinero que le pagues, es un jala bolas y un sucio regalado, un hombre que se hace llamar revolucionario pero que está pendiente de que le paguen su dinerito después de cada presentación.

Yo no sé nada de aquella época que su música tuvo auge ni de sus presentaciones, pues Paul me era indiferente como ser humano pero después de ver por YouTube una presentación de él en el certamen del Miss Venezuela y lo comparo con la actualidad, definitivamente es un imbécil sin moral ni valores que tomó las riendas de pasarse a oficialista para que el gobierno le financiara sus estúpidos festivales, y así convencer a la masa ridícula metalera/rockera venezolana, con la sencilla intención de hacerles entender que el "socialismo" es bueno y que debemos dejar el capitalismo a un lado.

¿Cómo puede tener él la moral de exigir algo sin él antes no hacerlo? Cochino, sucio y balurdo dinero que hace mover a este engendro como un mono que baila al frente de un rey a cambio de dinero. Es asqueroso saber que Paul Gillman sea de la misma especie mía, ¡me da pena ajena! Todo fanatismo es malo, ¡el que sea! Por ende, el tipo me produce repugnancia.

No hay algo que menos soporte es una persona que no tenga moral de decir sus verdaderas opiniones por miedo de las reacciones de los demás, y también aquellos que dicen lo que otros quieren que digan a cambio de dinero; inaceptable. Después critican a las prostitutas porque tienen sexo con un individuo por dinero, para mí es lo mismo; dejas tu integridad por esperar que te den algo a cambio.

Espero que Paul Gillma algún día se dé cuenta de todas las estupideces que ha hecho a lo largo de su existencia y se retiré del espectáculo, que finalmente decida ser un civil común y corriente, ya la sociedad venezolana está completamente rodeada de imbéciles, hay que comenzar a eliminar algunos que se mantienen vigentes, y sería increíble que el primero fuese Paul.